Quien no ha escuchado decir cuando era joven y bella!
La mayoría de nosotras consideramos esta frase cuando nos encontramos llegando a los 30,40, 50 o más. Nos pasa esto porque hemos pasado por muchos cambios tanto físicos, intelectuales, emocionales.
Cuando éramos más jóvenes no le dábamos mucha importancia algunas cosas, o teníamos distintas prioridades. sería imposible permanecer igual que cuando teníamos 18. Cierto!
Me encanta ver atrás cuando tenía esta edad aún y cuando no sabia como vestir, cuál era mi estilo, cómo sacarle mejor partido a mi imagen, el compromiso y la prioridad era conmigo misma. Aquí el primer motivo porque ya no nos sentimos jóvenes y bellas.
El segundo motivo hemos perdido interés en nosotras mismas ya sea a conciencia o no estamos entrando a otra etapa en la que es inevitable que suframos cambios. Nuestro metabolismo esta cambiando, la rutina, los hábitos, y el estilo de vida en general.
Increíblemente todos ella se inclinan a un aumento de peso descontrolado.
Yo misma lo viví, estudiaba,trabajaba, me case y todo era diferente aumente de peso comida más procesada, estrés, desveladas, por lo que ahora usaba prendas más grandes.
aún y cuando es inevitable que suframos cambios esto no significa que debamos dejar que la rutina, habitos, y un nuevo estilo de vida hagan de nosotros una persona totalmente distinta a la que solías ser.
Aquí algunas cosas que podrían haber influido de cuando eras joven y ahora:
Como te alimentas,
Tus números : cuanto mides cuál es tu estatura determina cual debe ser tu peso ideal.
Debes mantenerte hidratada. Esto quiere decir, que debes beber agua(no refrescos, ni alcohol, ni bebida azucaradas). Agua cuando tengas sed. Tampoco hay que pasarse bebiendo, porque se puede producir el efecto contrario a lo que queremos conseguir.
Dile no al alcohol. El vino, la cerveza, o cualquier otro tipo de bebida alcohólica deshidrata el organismo, y por lo tanto hace que se nos hinche la cara y la barriga. ¿Has oído hablar de la “barriga cervecera”?
Consume algo más de calcio. Según algunos estudios, un consumo de 1200 miligramos de calcio al día puede ayudarnos a reducir una buena cantidad de grasa corporal.
Quema las calorías que consumes. Para adelgazar hay que perder calorías, en cantidades proporcionales a las que consumimos. Puedes hacerlo bien eliminando los alimentos hipercalóricos (azúcar, pasteles, mantequilla, margarina, frutos secos fritos, etc) y haciendo ejercicios. Yo amo el zumba!
Controla el consumo de sal. Además de la sal de mesa, tu consumo de sal aumenta “gracias” a las salsas orientales, sopa, atún y salmón enlatados, snacks salados, galletitas, etc.
Entrena para desarrollar fuerza muscular. Hacer pesas, mancuernas y máquinas ayuda a mantener la delgadez del tejido muscular en todo el cuerpo. No obstante, debes acompañar el entrenamiento con dieta para evitar que la piel quede colgando por la falta de reconstrucción del tejido muscular.
Una buena idea es tomar algún batido de proteínas para ayudarte a conseguir una más muscular más fuerte y tonificada. Para saber cual te conviene puedes consultar a tu médico de cabecera y al monitor(a) de tu gimnaso.
Espero haberte ayudado.
Mi serás joven pero si puedes seguir siendo bella, puesto que ahora sabes lo que te gusta, puedes determinar que tipo de cuerpo tienes, puedes controlar tu metabolismo. Si te preocupas por los demás puedes seguir haciéndolo por ti.
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